UNA HISTORIA DE DIFICULTAD, SUPERACIÓN Y ESPERANZA.
La barraca de feria “La Casa de los dedos” viaja de manera itinerante por todos los pueblos medianos y pequeños de la geografía española. Allí donde llega muestra el mundo sorprendente y extraordinario de lo oculto, del más allá, de las criaturas fantasmagóricas e inexplicables que viven entre nosotros pero pertenecen al mundo de los muertos.
Los protagonistas, Godard, Pon Pon y Katia, son una suerte de familia disfuncional que sobrevive gracias a la necesidad que tienen los unos de los otros. La tensión y los deseos no satisfechos generan problemas insalvables que hacen que se cometa un asesinato. Creyéndose libres de la presencia maligna, descubren que el alma del muerto ha vuelto a la barraca para resolver las cuentas pendientes. A través de un pacto con el mundo de las ánimas, los tres aprenderán a convivir en armonía.
El conejo salvaje surge por primera vez como coproducción entre tres compañías con las que se ha establecido una peculiar sinergia en los últimos 8 años, Café de las Artes, Ruth Garreta y Javier Ariza. Se trata pues de un ambicioso salto en cuanto a lo cualitativo y lo cuantitativo, una especie de compromiso con valores artístico y éticos comunes que hacen que el proyecto nazca meramente por el placer de crear a través de las artes escénicas y la comedia, se desarrolle con la experiencia, imaginación y creatividad de cada uno de los miembros y se materialice formando un equipo especialmente diseñado para poner en escena todas las inquietudes con las que nace el proyecto. Es un momento de gran fertilidad creativa que añorábamos hace tiempo y que un fenómeno mundial como el que está aconteciendo es el catalizador de deseos por investigar, inventar y crecer lo que de forma individual no podemos abarcar en algunas ocasiones, bien sea por el estado del sector, la ambivalencia de los profesionales de las artes o por el momento vital de cada creador. Unir para crear, unir para crecer, crear y crecer para llegar más lejos.